¡Hola amantes del tenis! Existen varios tipos de cordaje, pero hoy en este post, os voy a hablar sobre uno en concreto: el cordaje multifilamento.
El cordaje es el alma de la raqueta, ya que es la única parte de ésta que está en contacto con la bola, por eso su complejidad a la hora de elegir el más adecuado. Si a una misma raqueta le ponemos un tipo de cordaje diferente, puede cambiarla por completo, modificando también el tipo de juego. Poniendo el cordaje correcto, aprovecharemos todas las características de la raqueta, y potenciaremos el jugador.
Primero un poco de historia, a modo de introducción: Hace años este tipo de cordaje era el más usado en el circuito ATP, por ser más elástico, y en aquella época el tenis estaba más basado en el toque y la velocidad de la bola. Según fue cambiando la técnica de juego, aumentando la fuerza y el efecto, el multifilamento fue perdiendo terreno y se afianzó más el monofilamento. Pero debido al incremento de las lesiones de codo y hombro de los tenistas, volvió a aparecer el multifilamento, aunque no como cuerda principal, sino como una de las dos, horizontal o vertical.
Pero dejando a un lado la historia, voy a intentar aclarar un poco las dudas que podáis tener sobre la elección del cordaje, con sus ventajas e inconvenientes, aunque vosotros debéis elegir cuál se adapta mejor a vuestro tipo de juego, edad, frecuencia de entrenamiento, fuerza, etc.
Está compuesto por una multitud de microfilamentos sintéticos, sin alma central, que están unidos de diferentes maneras y recubiertos por un revestimiento de protección. Se utilizan distintos materiales, como Poliamida, Poliuretano, etc. Los modos más frecuentes de unión son la envoltura y la doble envoltura.
Este tipo de cordaje tiene un uso universal y se adapta a casi cualquier tipo de jugador. Su confort y potencia son elevados y proporciona gran aceleración a la bola. No produce vibraciones. Protege el codo, ya que reduce el impacto que llega a la pelota. Es un cordajemuy cómodo y elástico.
Tiene menos durabilidad que el monofilamento, debido a que la capa protectora que posee, cuando se deteriora, se empieza a deshilachar y termina por romperse. Como carece de alma central, se pierde muy rápidamente la tensión inicial. No está indicado para liftadores agresivos que le pegan duro a la bola.
A jugadores principiantes, o alevines/junior que estén comenzando, desarrollando su musculatura, también para seniors o que necesiten darle mayor potencia a la bola sin hacer tanto esfuerzo. Es recomendable para aquellos jugadores que sean sensibles a la tendinitis y para los rompedores ocasionales.
A la hora de elegir el cordaje, también tenéis que tener en cuenta dos aspectos importantes: el calibre y la tensión.
Calibre: Por regla general, los cordajes más finos ofrecen más capacidad de juego y los que tienen la galga más gruesa aportan durabilidad. El rango de los calibres más utilizado va de 15 (1,40mm de diámetro) a 19 (1,10 mm). Los más finos aportan mejores sensaciones, potencia y efectos que un cordaje más grueso.
Tensión: Una tensión baja proporciona más potencia y confort, mientras que una alta da más control. Pueden ir de 16 a 34 kg. La más común es entre 22-25 kg. Las cuerdas verticales suelen llevar 1 kg. más de tensión que las horizontales, ya que son más largas.
Todo esto tienes que tomarlo como nociones generales, ya que el cordaje influye en el 50% y el otro 50% es la raqueta, con lo que, con diferentes características en cualquiera de las dos partes, puedes conseguir diferentes tipos de juego.