Seguro que os suena haber perdido un partido al desesperarte ante la larga duración de los puntos, o arriesgar demasiado por el agotamiento mental.
Devolver todas las bolas no es lo único que consigue un jugador defensivo con su estilo de juego, ya que su objetivo principal no es el de conseguir una bola ganadora, sino conseguir a corto plazo que cometas un error no forzado por encontrarte desesperado y, a medio plazo, conseguir tu fatiga mental,falta de concentración y desesperación durante el partido.
Un oponente con un estilo de juego defensivo, tratará de estar preparado para correr y dar continuidad a la bola, asegurando que la bola que devuelve sea con altura, profundidad y éxito. Un jugador defensivo evitará la bola corta (para evitar una posible subida de red y, por lo tanto, dejarte el punto en bandeja), evitando los ángulos y preocupándose más que esa bola entre en el campo y evite un ataque por tu parte que arriesgándose a colocar la bola de manera que llegues más forzado o no llegues, lo que supondría para él una mayor probabilidad de fallar tal intento.
Es muy importante no desesperarse ni perder la paciencia
Hay que tener en cuenta que este tipo de jugadores tienen armas muy poderosas a su favor, que han entrenado desde hace tiempo; tales como la paciencia, las ganas de correr de punta a punta y la preparación mental para jugar bolas con mucha continuidad. Entonces ¿Qué hacer cuando te topas con este jugador que llevará tu desesperación a limites insospechados?
En primer lugar, tienes que plantearte hacer un cambio de tu estrategia de juego habitual, ya que no te servirá ir buscando el golpeo ganador de la bola, pues un jugador defensivo llegará y será como empezar el punto una y otra vez, solo que cada segundo estarás algo más desesperado y tu error será su acierto.
Una estrategia que podrías utilizar sería obligarle a que sea atraído a ejecutar un golpe ganador. Es decir, que tenga delante suya la necesidad de buscar el punto haciendo un golpeo con precisión (hecho al que no suelen estar preparados: ni psicológicamente, ya que se pondrán nerviosos, ni a que ellos sean los encargados de “finalizar” el punto) y no están acostumbrados a este tipo de golpes de precisión. Con esto me refiero a adoptar una posición por tu parte en la que requieran hacer un passing shot, un globo que te pudiera permitir un posterior remate, una dejada, etc; ya que posiblemente este tipo de situaciones finalice con SU error en vez del tuyo.
Otro de los consejos a tener en cuenta es que tu perseverancia para conseguir el punto seguramente conlleve golpes potentes. De modo que tu contrincante utilizará esa potencia a su favor para ejecutar un “bloqueo” constante de la bola para ser devuelta con éxito. De esta forma, tu tendrás una gran pérdida de energía a lo largo del partido, por lo que intentaremos hacer un golpeo con menos intensidad para hacer que a nuestro oponente no le sea tan fácil bloquear la bola y tenga que aportar también fuerza al golpe. Con esta táctica nosotros conseguiremos un ahorro considerable de energía.
Ganar un punto a un jugador defensivo es mucho más sufrido
Otro de los aspectos a tener en cuenta es nuestro saque. Un saque con potencia igualmente será utilizado para ser devuelto con facilidad por el rival, de modo que podremos probar a realizar nuestro primer saque como si fuera el segundo, con menos potencia para asegurar que entre, pudiéndonos permitírnoslo, ya que podremos intuir que nuestro contrario no ira buscando restar con excesiva potencia y ofensividad, sino simplemente asegurando la devolución de nuestro servicio.
La buena preparación no solo es cuestión de estrategia y ahorro de energía durante el partido, sino de que nos acompañen también ciertos factores psicológicos.
La paciencia será uno de los ingredientes que tendremos que añadir a nuestra receta ganadora. El jugador defensivo está muy acostumbrado a esperar, tal y como he comentado antes, devolviendo bolas y esperando tu error, por lo que una bola con mucha continuidad será un mero tramite de su juego que tienen más que asumido, por lo que es importante que estemos mentalizados que vamos a jugar un partido más largo de lo habitual en el que cada una de las bolas pueden tener una duración considerable.
El jugador defensivo espera que perdamos la paciencia, y si ésta no es derrotada, se encontrará ante una situación no esperada que erosionará su estilo de juego, quizás siendo él el que empiece a desesperarse y a arriesgar precipitadamente.
Para prepararnos para este tipo de partidos también será necesario visualizar el partido antes de su inicio, imaginándonos jugando esas bolas interminables de un rival que lo devolverá todo, de manera que estemos preparados para cuando la primera bola dé comienzo.
En resumen: jugar contra un jugador con un estilo defensivo consistirá en asumir que hoy dejaremos en el banquillo nuestros golpes más certeros y potentes y sacaremos a jugar a nuestra paciencia y concentración más que nunca.
Espero que estos pequeños consejos os hayan servido de ayuda y puedan dar sus frutos. Disfrutaréis mucho viendo como se le da “la vuelta a la tortilla” cuando es nuestro oponente el que se ve abandonado por su paciencia y da la bienvenida a su desesperación.